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El uso de contenido ficticio o información falsa en el proceso de diseño web puede dar como resultado productos con suposiciones poco realistas y posibles fallos de diseño graves. Un diseño aparentemente elegante puede rápidamente sobrecargarse con contenido inesperado o colapsar bajo el peso de la actividad real. Los datos falsos pueden garantizar un diseño atractivo, pero no reflejan lo que una aplicación viva y dinámica debe soportar. Los datos reales sí.

Lo más probable es que no hubiera colaboración, comunicación ni puntos de control, ni un proceso acordado ni especificado con la granularidad necesaria. Es una estrategia de contenido que falló desde el principio. Renunciar al uso de Lorem Ipsum no habría ayudado, y no ayudará ahora. Es como decir que eres un mal diseñador: usa menos negrita y no uses cursiva en todos los demás párrafos. Es cierto, pero eso no es todo lo que se necesita para volver a encaminar las cosas.

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Si eso es lo que piensas, ¿qué tal al revés? ¿Cómo se puede evaluar el contenido sin diseño? Sin tipografía, sin colores, sin maquetación, sin estilos, todo eso que transmite señales importantes que van más allá del mero texto y las jerarquías de información.

Empiezas con un texto, modelas la información, eliminas lo innecesario, vas al grano, aclaras las cosas, aportas valor, eres una persona satisfecha, te gustan las palabras. El diseño no es una ocurrencia tardía, ni mucho menos, sino que ocupa un merecido segundo plano. En fin, sigues usando Lorem Ipsum, y con razón, ya que siempre tendrá un lugar en la caja de herramientas de los webworkers, según sucedan las cosas, no siempre como te gustaría.